Discursos de adolfo hitler

ADOLF HITLER Discursos
INTRODUCCION I

Iniciamos ahora la publicación de lo que podríamos llamar “Obras completas” de Adolf Hitler, pero a fin de facilitar la lectura y también la edición, el sistema que hemos seguido ha consistido en empezar por la edición completa de los discursos pronunciados por Adolf Hitler de 1933 a 1945. Hemos seleccionado todos los grandes discursos, los de mayorimportancia, a fin de que a través de su lectura, se vaya desarrollando la historia del III Reich.
Adolf Hitler pronunció infinidad de pequeños discursos con ocasión de inauguraciones, conmemoraciones, etc. Estos sólo los hemos incluido cuando hemos considerado que su importancia era verdaderamente grande. Sin embargo en la mayoría de otras ocasiones los hemos dejado aparte a fin de editar un solotomo con ellos, de interés para investigadores, al término de estos primeros.

También los grandes y pequeños discursos de Hitler en los Congresos de Nürenberg serán agrupados en otro tomo, como también los pronunciados sobre el arte, o los discursos de Hitler de antes de llegar al poder, muchos de los cuales tienen solo un relativo interés ideológico, pues en ellos se trataban temas de actualidadque ahora ya no lo son, las numerosas entrevistas para periódicos, los telegramas, cartas, artículos en periódicos, etc. Poco a poco iremos publicando todo lo escrito y hablado por Adolf Hitler, esperemos que podamos llevar a término esta ambiciosa obra.

En este fichero están todos los discursos que editó CEDADE, del 1933 a 1938.

LLAMAMIENTO DEL GOBIERNO DEL REICH AL PUEBLO ALEMAN
(1 defebrero de 1933)

Más de 14 años han transcurrido desde el infortunado día en que el pueblo alemán, deslumbrado por promesas que le llegaban del interior y del exterior, lo perdió todo al dejar caer en el olvido los más excelsos bienes de nuestro pasado: la unidad, el honor y la libertad. Desde aquel día en que la traición se impuso, el Todopoderoso ha mantenido apartada de nuestro pueblo subendición. La discordia y el odio hicieron su entrada. Millones y millones de alemanes pertenecientes a todas las clases sociales, hombres y mujeres, lo mejor de nuestro pueblo, ven con desolación profunda cómo la unidad de la nación se debilita y se disuelve en el tumulto de las opiniones políticas egoístas, de los intereses económicos y de los conflictos doctrinarios.
Como tantas otras veces en elcurso de nuestra historia, Alemania ofrece desde el día de la Revolución un cuadro de discordia desolador. La igualdad y la fraternidad prometidas no llegaron nunca, pero en cambio perdimos la libertad. A la pérdida de unidad espiritual, de la voluntad colectiva de nuestro pueblo, siguió la pérdida de su posición política en el mundo.
Calurosamente convencidos de que el pueblo alemán acudió en 1914a la gran contienda sin la menor noción de haberla provocado, antes bien movido por la única preocupación de defender la nación atacada, la libertad y la existencia de sus habitantes, vemos en el terrible destino que nos persigue desde noviembre de 1918 la consecuencia exclusiva de nuestra decadencia interna. Pero el resto del mundo se encuentra asimismo conmovido desde entonces por crisis nomenos graves. El equilibrio histórico de fuerzas, que en el pasado contribuyó no poco a revelar la necesidad de una interna solidaridad entre las naciones, con todas las felices consecuencias económicas que de ella resultan, ha sido roto.
La idea ilusoria de vencedores y vencidos destruye la confianza de nación a nación y, con ello, la economía del mundo. Nuestro pueblo se halla sumido en la másespantosa miseria. A los millones de sin trabajo y hambrientos del proletariado industrial, sigue la ruina de toda la clase media y de los pequeños industriales y comerciantes. Si esta decadencia llega a apoderarse también por completo de la clase campesina, la magnitud de la catástrofe será incalculable. No se tratará entonces únicamente de la ruina de un Estado, sino de la pérdida de un conjunto…