Estado y sociedad

Estado y Sociedad

Carlos Sabino
1. La Expansión del Estado y el renacer liberal
El siglo XX nos acostumbró a un proceso de consolidación y expansión del estado que venía desarrollándose, sin duda, desde bastante tiempo atrás. No en vano fue el siglo del comunismo, el de los totalitarismos nazi y fascista, el de la creación y difusión del actual estado de bienestar. Resulta oportunodestacar que el proceso al que nos referimos significó el predominio irrestricto del estado nacional y la desaparición casi total de otras formas de estado previas: imperios, monarquías patrimoniales, formas derivadas del tribalismo, etc. El crecimiento del estado consistió en una enorme expansión de sus funciones y en el paralelo aumento de su dimensión cuantitativa, especialmente en cuanto al número desus funcionarios y el monto de los recursos económicos a su disposición.
Sobre las funciones mínimas y esenciales del estado, desde la segunda mitad del siglo XIX, se construyó una trama compleja de actividades que incluyeron no sólo la tradicional construcción de obras públicas sino también políticas sociales y culturales, económicas, financieras y de casi cualquier otra naturaleza, llegándoseal punto de que prácticamente nada quedó excluido de las posibles competencias de la institución estatal. El extremo de esta tendencia lo constituyó el llamado totalitarismo, concepto puesto en boga por Benito Mussolini, quien expresó que para el fascismo nada quedaba fuera del estado y de su esfera de influencia, que no estaba dispuesto a tolerar ningún ámbito de acción estricta y totalmenteprivado. El comunismo había ya superado, en la práctica, el totalitarismo de Mussolini, pero aún en los estados más o menos democráticos y liberales de Occidente el estado absorbió funciones que antes estaban reservadas a la Iglesia o los gremios y creó asimismo muchas otras nuevas.
El auge del estatismo -tanto en la práctica como en la teoría- significó que las ideas fundamentales del liberalismopasasen a un segundo plano: muchos las consideraron como obsoletas, superadas por los tiempos, y otros las calificaron como carentes de contenido social, basadas en un individualismo a veces adjetivado como «burgués» y siempre desacreditado como generador de injusticia. Diversas ideologías que -de un modo u otro- pueden llamarse colectivistas, se impusieron entonces en el debate mundial: desde elcomunismo hasta las variantes más moderadas del socialismo democrático, desde el nacional-socialismo hasta el comunitarismo cristiano, el panorama excluyó casi por completo a las propuestas que abogaban por gobiernos limitados, respeto irrestricto a los derechos individuales y vigencia plena de las libertades económicas.
Esta tendencia hacia el estatismo llegó, en el último cuarto del siglo XX,hasta extremos que permitieron apreciar sus profundas debilidades y las falacias teóricas sobre las que se asentaba. Para no hablar de la implosión comunista -que derrumbó casi súbitamente un sistema que pretendía trazar el rumbo de la humanidad para todo el futuro imaginable- mencionemos el abandono de las políticas keynesianas, que mostraron su ineficiencia hacia la década de los setenta y elviraje hacia la economía de mercado que se produjo casi simultáneamente en países tan distintos como Chile, el Reino Unido, los Estados Unidos y la China comunista. Este giro puso fin a la expansión del estado que ya mencionamos y representó, por lo tanto, un renacer de las ideas de libertad, una esperanza de que pudiese volverse hacia los estados más limitados de épocas anteriores.
Pero, según lo quehemos visto en tiempos recientes, no se sacaron todas las conclusiones posibles del fracaso del estatismo y no se pusieron tampoco en práctica las medidas necesarias para invertir de un modo profundo y continuo la tendencia hacia la expansión del estado. Todo parece haber quedado limitado a algunas reformas parciales, llevadas a cabo con muchas limitaciones, en un contexto donde los cambios se…