Correo electronico

TRIBUTACION EN EL COMERCIO ELECTRONICO
ALMENARA DANIEL BARTOLOME PEDRO GIL CLAUDIO

UNIDAD 1 INTRODUCCIÓN AL COMERCIO ELECTRONICO
1. EVOLUCIÓN DEL COMERCIO
Resumir de manera exhaustiva las implicaciones tributarias del comercio electrónico significa desatender las de la difusión de un características

fenómeno en constante evolución y devenir. Por lo tanto, nos limitaremos a ofrecer unadescripción y evaluación sólo parciales. El término «comercio» deriva del latín commercium, compuesto por cum y merxmercis, o sea mercancías. Originariamente los dos términos eran usados junto al verbo facere, en su acepción de actividad humana dirigida la manipulación de la realidad. Facere cum merce indicaba la actividad humana que contribuía al cambio de las situaciones reales a través del usode mercancías. Es importante notar que originariamente el intercambio de mercancías se efectuaba atribuyendo a éstas un valor de uso, sin que el intercambio generase una plusvalía real a beneficio del vendedor. La manipulación de la realidad se efectuaba por consiguiente a través del intercambio equitativo de mercancías, que cambiaba la situación momentánea de los sujetos interesados. Con el pasajea una economía basada en la atribución de un valor de intercambio a las mercancías, se ha evidenciado la cuota de plusvalía las mismas. La manipulación de la realidad ha empezado a adquirir las características de una actividad empresarial autónoma. El término comercio, desde la forma originaria de predicado, se ha convertido en un sustantivo que indica una clase específica de empresa económica.Si al termino comercio añadimos el adjetivo electrónico, se evidencia una contradicción. Sería más correcto hablar de una actividad comercial efectuada electrónicamente: al usar el adverbio en lugar del adjetivo se subraya únicamente la manera en que se efectúa el comercio y no se cambian las características propias del término. En resumen, el significado originario del predicado facere ha cambiadosu modalidad y contexto. El Devoto Oli [diccionario italiano, NdT] define el comercio «una actividad económica basada en el intercambio de productos en especie o en cambio de dinero según la mutua necesidad de los contratantes» (1). Si a este término añadimos el
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adjetivo “electrónico”, según la definición mencionada en el Devoto Oli sobre ediciones electrónicas («cuyo producto no esnecesariamente en papel, sino también en cintas magnéticas, discos ópticos, etc»(2)),entonces la complejidad del fenómeno es evidente. El análisis tributario está limitado por la dificultad de definir como mercancía un producto distribuido por vía electrónica y de encontrar una definición de comercio inmaterial. En segundo lugar, nos confrontamos con una realidad caracterizada por la movilidad de lospagos y de las transacciones electrónicas a las que no corresponde una movilidad del trabajo (3). En consecuencia, los pagos y las transacciones son difíciles de definir y detectar.El problema de la localización (4) es básico en el debate sobre comercio tradicional, muy poco influyente en el caso del comercio electrónico (dado que un servidor puede ser localizado en cualquier lugar explotando todalas posibles ventajas elusivas (5)), y acentúa la crisis de la tribulación internacional, además de representar un problema para el comercio electrónico. El nexo (6), o sea el criterio en base al cual un sujeto con potestad impositiva puede relacionar esa potestad con una situación que lo interesa tan sólo potencialmente, es central para cualquier solución posible. Definir irrelevante el problemade la localización (7) es una provocación ante la masiva literatura sobre el establecimiento permanente, que pronto será superada, según afirman los expertos en los últimos informes acerca de la tribulación internacional, por un mecanismo mejor ajustado a las nuevas tecnologías, sin ser necesariamente futurista. Reconsiderar el principio de la fuente puede ser un primer paso hacia el sistema de…