Amor

Nota bibliográfica: Rómulo Gallegos: la realidad, la ficción, el símbolo, Caracas, ediciones de la Academia Nacional de la Historia, col. Estudios, monografías y ensayos, nº 64, 1985, 223 pp.

Rafael Fauquié

ROMULO GALLEGOS: LA REALIDAD, LA FICCION, El SIMBOLO

Un estudio del momento primero de la escritura galleguiana

A mis padres.
A Irma.

«Esindispensable que los artistas expresen su época (…) en eso reside la única oportunidad de alcanzar cierta irrefutabilidad y, por lo tanto, de perdurar». J. Louis FERRIER: La forma y el sentido.

«Sería en realidad interesante que un novelista presidiera nuestros destinos. ¿Por qué no? ( . . . ) En Venezuela está por escribiese una gran novela: el cambiode espíritu nacional. La creación de un país, de un pueblo…. E. BERNARDO NUÑEZ: “Palabras de apoyo a la candidatura de Gallegos para la presidencia de la República de Venezuela”.

Nota a esta segunda edición

Escribí este libro hace veinte años. Y hoy, a la hora de decidir sobre una nueva edición, quise escribirlo de una manera un poco diferente. Originalmente, él fue pensado como untrabajo académico (de hecho, fue mi tesis doctoral). Ahora, y siempre respetando su condición de “estudio”, me he propuesto incorporar en él algunas miradas nuevas, otras perspectivas y reflexiones que, quizá, complementen o difieran un poco de algunas de las cosas en las que creí y pensé hace veinte años. En estos días leí una frase que me llamó la atención: “El hombre se mueve por intereses, no porideales … Pero los ideales pueden ayudar a diseñar los tales intereses”. La idea quedó dándome vueltas a la cabeza. Los ideales que Gallegos soñó y deseó para Venezuela, siguen vigentes hoy. No sé si ellos llegaron nunca a convertirse realmente en intereses. No sé si los ideales puedan realmente hacerse cuerpo en los intereses inmediatos y prácticos que todos podemos distinguir y comprenderalrededor nuestro. Pero, en todo caso, lo que si sé es que los ideales de Gallegos siguen teniendo vigencia en nuestro país. Continúo distinguiendo en él al escritor, al pensador y, quizá sobre todo, al maestro que, en su momento, dijo cosas que tenía muchísimo sentido decir. Sigo viendo en él al educador que logró influenciar a toda una generación de jóvenes que se convirtieron en los protagonistas dela vida política venezolana por más de medio siglo. Cincuenta años de conquistas y de aciertos; cincuenta años, también, de errores, de muchísimos errores; pero, en todo caso, cinco décadas de tiempo que están allí, que los venezolanos no podemos ni debemos ocultar ni, tampoco, olvidar. Precisamente, en la medida en que pertenece a todos, el tiempo construido es útil, necesariamente útil. De loque se trata es de recordarlo, no para repetirlo sino para seguir “haciendo” desde él, a partir de él.

Gallegos fue un novelista del que no podrían ignorarse sus facetas de educador y de político, pues éstas estuvieron extraordinariamente relacionados en él. O quizá habría, sobre todo, que relacionar a dos de ellas: la del escritor de mundos de fantasía, y la del maestro inspirador de idealesjustos. La presencia de Gallegos fue necesaria en esa Venezuela que despertaba a la modernidad; y quizá siga siéndolo en un país que, habiendo entrado ya en el siglo XXI, sigue sumido en contradicciones, incertidumbres y desasosiegos. Creo que hurgar en el escritor que iniciaba su aventura literaria es hurgar, en muchos sentidos, en el comienzo de una de las obras más dignas de la cultura venezolana.De allí la vigencia que, pienso, posee este trabajo; escrito cuando comenzaba a enseñar en la Universidad en la que por más de veinte años no he dejado de hacerlo: la Simón Bolívar, mi universidad.

Caracas, agosto de 2003

Rafael Fauquié

NOTA:
EL SIGNO DE LA HISTORIA, LA HISTORIA COMO SIGNO

El estudio de lo literario jamás es una actividad totalmente pura. Cada escritura…