Los cristos de miguel de unamuno

LOS CRISTOS DE MIGUEL DE UNAMUNO.
Acercamientoalapoesíaunagnóstico. Antonio SANDOVAL ULLÁN. Doctor en Metafísica Universidad de Salamanca.

En la poesía cristológica de don Miguel de Unamuno podemos encontrarnos muchas caracterizaciones de Cristo pero lo que no encontraremos jamás será al Jesús de Nazaret que vivió y murió en Galilea, altaumaturgo que realizó milagros, al Jesús histórico. Y ¿por qué no podemos encontrar al Jesús histórico? Sencillamente porque a Unamuno el que le interesa es el Sufriente, el Agonizante, por todos nuestros pecados y que muere para intentar salvar nuestra vida. Le interesa al Cristo que murió en la Cruz, pero en el momento mismo del óbito. Porque en este momento es cuando en el Sufriente seinterrelacionan mejor la dos naturalezas la divina y la humana. Pero veamos y analicemos los poemas cristológicos más importantes.

El CRISTO DE CABRERA

La producción cristológica de don Miguel comienza con El Cristo de Cabrera. Frente al cual medita el 21 de mayo de 1899 como podemos constatar en carta a Jiménez Ilundáin del 24 de mayo de 1899 que dice: “[La Revista Nueva publicará] El Cristode Cabrera, cuyo pensamiento y algunos trozos he traído de una excursión que acabo de hacer a la ermita de ese Cristo y de Terrones. Es una imagen muy tosca, de expresión hierática e impasible, rodeada de ex-votos, y en una ermita que se alza en un campo solemne y austero, de reposadas encinas. Es un Cristo impasible, como la naturaleza que le rodea. Un Cristo sedante, que parece abrazar al campoen abrazo eterno y silencioso. Llevan a sus pies los campesinos el vaso del corazón henchido de pensas, se lo dejan allí, en ofrenda, y mientras rezan en silencio va el pesar sedimentándose y les quedan las aguas serenas de la tristeza resignada, como la de aquel campo”. Comienza pues, su producción cristológica, que finalizará con el poema místico El Cristo de Velázquez de 1920. En la realizaciónde este Cristo se entremezclan los sentimientos producidos por la paz del campo que está sintiendo Unamuno y la paz que resurge en él al contemplar la austeridad de este Cristo campesino. Allí solo ante Él se siente el aliento de Cristo, su cercanía, todo es idóneo para gozar de esa bendita paz, se crea o no se crea en Dios. Las encinas se retuercen en busca de una paz superior, a la vez que danal paisaje un carácter de austeridad desgarradora: “¡VALLE de selección en que el silencio / melancolía incuba, / asilo de sosiego, / Crisol de la amargura, / valle bendito, / solitario retiro / del Cristo de Cabrera ,/ tu austera soledad bendita sea!”[1].

Don Miguel se siente invitado por la paz reinante a descansar en los brazos de ese Cristo solitario. El paisaje es muy diferente al quegozó Fray Luís de León en La Flecha, lugar que visitó con mucha frecuencia Unamuno, pero el resultado que conseguían tanto el uno como el otro eran idénticos. Los árboles mecidos por el viento, el riachuelo fluyendo, en la Flecha, en el páramo de Cabrera sequedad y encinas pero majestuosidad, etc., etc. Todos los que vivimos en esta ciudad de Salamanca sabemos que la característica principal delCristo de Cabrera es la ofrenda de exvotos de aquellas personas que el Cristo le concedió la curación. Entonces éstas le ofrecen en cera la mano, la pierna, etc., que fueron curadas por la intercesión del Cristo. Y todo esto por muy frío que sea uno, te conduce a una piedad y a un sentimiento a flor de piel. Los mismo le ocurrió a Unamuno al visitar el Santuario del Cristo de cabrera: “Del leño aque sus brazos / están clavados, / penden de exvotos cintas / y pinturas sencillas / que en tosquedad al Cristo se aparejan / en la cámara ostentan / sencilla fe”[2].

La fealdad del Cristo es producto del temperamento de las gentes que lo tallaron, y éste es fiel producto de esto, es un Cristo feo, patético, austero, hierático, amasado con fealdad y tosquedad: “no es tal imagen ni a un…