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LATÍN JURÍDICO

LATIN.
Deriva de la palabra Latium, Lacio, región central de Italia, cruzada por el río Tiber en cuyas riberas fue fundada la ciudad de Roma el año 753 antes de Cristo.
Si bien al latín se lo suele llamar «lengua muerta», por no ser actualmente idioma ni dialecto de Estados o naciones y porque tampoco se lo habla corrientemente, como no sea entre gentes de Iglesia, no esmenos cierto que en el lenguaje jurídico, a veces como términos aislados, la costumbre lo desliza frecuentemente en escritos de letrados y, ocasionalmente, en las conversaciones. Como decía Sarmiento, no se habla latín sino que se dicen «latines». No caben dudas de que su eficacia para transmitir bien y sintéticamente las ideas y los conocimientos ha hecho, si no indispensables, por lo menos de granutilidad esos «latines» en la vida forense y hasta, para mejor entendimiento, en las relaciones sociales.
También es fácil observar cómo esas costumbres, traicionando las virtudes de la lengua del Lacio, han sido las responsables de varias deformaciones que llegaron a constituir muy cómicos equívocos, iniciados hace mucho tiempo como bromas de estudiantes, pero perpetuados con aparente seriedaden la relación coloquial. Así vemos cómo una afirmación tan sensata como necesitas caret legge («la necesidad carece de ley», expresión del estado de necesidad acogido como eximente o atenuante por la legislación penal) se ha transformado -tan tempranamente que hasta Cervantes se refiere a ello en su entremés «Los habladores»- en el absurdo: «la necesidad tiene cara de hereje». Incluso entredoctores y profesores, se ve con indeseada frecuencia confundir el statu (estado o situación estable) con el status (situación social) al expresar, por ejemplo, «status quo» en lugar de statu quo. Sin olvidar el viejo «oh, tiempos de los moros», con que los escolares de antaño traducían, no sabemos si inocentemente, el o témpora, o mores (¡qué tiempos, qué costumbres!) de los latinos.
Estacircunstancia y el amistoso pedido de ex discípulos y de nuestro amable editor, nos ha llevado a preparar el presente Diccionario con una finalidad estrictamente práctica (ya que no somos eruditos ni cosa parecida), con la esperanza de no traicionar demasiado las lecciones de quienes fueran nuestros inolvidables profesores. Es probable que a veces se considere excesivamente sencillo lo que se expone: pero seha de tener presente que esta obra, si bien no descuida a profesionales en Derecho y otros entendidos, ha procurado tener en especial consideración a los estudiantes, tratando de serles fácilmente accesible.

LA PRONUNCIACIÓN. LA ESCRITURA.

La pronunciación de las letras latinas, tanto en el lenguaje hablado como en el escrito, ha evolucionado con el tiempo. -Durante muchos años se dudósobre el origen de ella, pareciendo en principio difícil conocer cómo hablaban los antiguos romanos; pero investigaciones hechas por universidades europeas y norteamericanas (particularmente la muy famosa de Oxford), apoyadas en las viejas gramáticas latinas, permitieron hacerse una idea muy aproximada sobre la pronunciación de la época clásica: el habla de Virgilio, Horacio, Séneca, etc.
Con ladecadencia del Imperio, el pueblo llano primero, y luego todos los romanos y romanizados, hablaron cambiando muchos términos, por influencia de los países conquistados (Grecia, las Galias, la Península Ibérica, etc.) y por el propio desgaste de todo idioma producido con el decurso del tiempo. Era lo que se llamó el «bajo latín», que se propagó durante la Edad Media, y que ha sido el latín de laIglesia Católica desde entonces e, influyendo en la evolución del italiano, suele ser el que se utiliza en los medios jurídicos de ese país. Por razones culturales, será la pronunciación que preferiremos en este trabajo, sin perjuicio de recordar lo más relevante del viejo latín.
Las vocales no difieren demasiado en este aspecto de las que usamos en español. No obstante, es interesante aclarar lo…