Dra. Célida Valdés Menocal.
A lo largo de la historia de la humanidad considerables triunfos del intelecto humano dan motivo para enorgullecerse. Pero, a su vez numerosos de ellos, han socavado el prestigio de “la racionalidad” de los homo sapiens. La televisión transmite noticias internacionales repletas de excesos, víctimas de acciones terroristas, muertos en acciones de combate,perecimiento de niños en campos minados, nuevos inventos de sofisticadas armas mortíferas, asesinatos en masa, acciones punitivas, profecías nefastas de futurólogos, etc, etc. Y, entonces, ¿resultaría que el intelecto humano tiende a su desvalorización, cómo mitigar la tragedia en la cual vive el hombre y la mujer del siglo XXI?
Edgar Morin, destacado intelectual francés nos indica que la toma deconciencia de nuestras raíces terrenales y de nuestro destino planetario es una condición necesaria para realizar y humanizar la humanidad.
De ahí, que es imperioso cambiar el esquema de contraposición hombre – mujer – naturaleza, en tanto cada día mueren un buen número de especies animales y plantas, las aguas y la atmósfera se contaminan más, los desastres climáticos aumentan, la desertificaciónempeora, el hambre, la pobreza y la miseria agudizan la situación del mundo actual.
El pensador español Manuel Castells enfatiza en el hecho de que si evaluamos los movimientos sociales por su productividad histórica, por su repercusión en los valores culturales y las instituciones de la sociedad, el movimiento ecologista del último cuarto del siglo XX se ha ganado un lugar destacado en el escenariode la aventura humana. En los años noventa, el 80% de los estadounidenses y más de dos tercios de los europeos se consideraban ecologistas; es difícil que un partido o candidato sea elegido para un cargo sin “reverdecer” su programa; tanto los gobiernos como las instituciones internacionales multiplican programas, organismos especiales y legislación para proteger la naturaleza, mejorar la calidadde vida y, en definitiva, salvar la Tierra, a largo plazo, y a nosotros, a corto plazo. Las empresas, incluidas algunas contaminantes tristemente famosas, han incluido el ecologismo en su agenda de relaciones públicas, así como entre sus nuevos mercados más prometedores. Y a lo largo de todo el globo, la antigua oposición simplista entre desarrollo para los pobres y conservación para los ricos seha transformado en un debate pluralista sobre el contenido real del desarrollo sostenido para cada país, ciudad y región. Pero, la miseria, el hambre y la pobreza del Sur continúan.
Debemos señalar que dentro de los movimientos sociales surgidos en la segunda mitad del siglo XX el eco feminismo ha jugado un papel importante. En los años 70 del pasado siglo, producto de la crisis ambiental secomienza a tratar de dar una visión del problema desde el ángulo feminista, mostrando diferentes posiciones, en cuánto a la relación con la naturaleza.
Aparece entonces, por primera vez en 1974 este enfoque en los escritos de Francoise D’ Eauborne. Según esta interpretación el problema ambiental surge porque el pensar humano y la organización social han estado dominados durante toda la modernidadpor valores estrictamente masculinos. Ello se expresa en la separación entre razón y sentimiento, entre hombre – mujer y naturaleza. El sentido dominador por parte de los hombres que se ha impuesto en la sociedad, expresa actitudes expoliadoras, tanto al medio ambiente como a la mujer, y que por tanto no responden efectivamente a las relaciones verdaderamente humanas que deben primar en eseintercambio.
Ante esta situación surgen diversos movimientos sociales que reflexionan y proponen determinadas soluciones frente a estos dilemas, por ejemplo: la autodeterminación, la autonomía con respecto a nuestras vidas, constituye una de las reivindicaciones fundamentales del movimiento de mujeres. Se ha planteado en muchas campañas, a saber: en contra de las agresiones a la mujer, a favor de…