La miseria del dia siguiente

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|La miseria del día siguiente|
|Joan Acocella ( www.nexos.com ) 01/05/2009 |
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Entre las miserias impuestas a la humanidad, algunas son menores y sin embargo mientras duran son tan penosas que uno sepregunta cómo, después de tanto tiempo, no se ha encontrado cómo aliviarlas. Es comprensible que los científicos no tengan una cura para el cáncer. ¿Pero para el resfriado común, el cólico menstrual? La cruda es una de esas afecciones. Es un padecimiento que puede prevenirse: no beba. No obstante, la gente ha encontrado a través del tiempo buenas razones para recurrir al alcohol. Uno de susatractivos es su capacidad para desinhibir —para que podamos regañar al vecino o hacerle una insinuación a su esposa—. El alcohol también puede persuadirnos de que hemos encontrado la verdad sobre la vida, una experiencia reconfortante poco común en los momentos de sobriedad. A través de la lente del alcohol el mundo parece más agradable. (“Bebo para que las demás personas parezcan interesantes”,decía el crítico de teatro George Jean Nathan.) Por todas estas razones, beber alegra a la gente. Véanse Proverbios 31:6-7: “Dad… el vino a los de amargo ánimo. Beban y olvídense de su necesidad, y de su miseria no más se acuerden”. Funciona, pero luego, en la mañana, se presenta una nueva miseria.

Una cruda llega al máximo cuando el alcohol que consumimos finalmente quedaeliminado —o sea, cuando el nivel de alcohol en la sangre regresa a cero—. La toxina desapareció, pero no así el daño que provocó. Como todos sabemos, una cruda implica una combinación de dolor de cabeza, estómago revuelto, sed, aversión a la comida, náusea, diarrea, temblorina, fatiga y una sensación general de desdicha. Los científicos no han descubierto todavía las razones de este conjunto depenas, pero han propuesto varias causas. Una es la abstinencia, lo que provocaría los temblores y también los sudores. Un segundo factor puede ser la deshidratación. El alcohol interfiere en la secreción de la hormona que inhibe orinar. De ahí las largas colas para ir al baño en los bares y las fiestas. La deshidratación dispara la sed y el letargo. Mientras eso sucede, el alcohol también podríaestar induciendo hipoglucemia (baja de azúcar en la sangre), lo que resulta en atolondramiento y debilidad muscular, la sensación de que nuestros huesos son de gelatina. Mientras tanto, el organismo, para descomponer el alcohol, libera sustancias químicas que podrían ser más tóxicas que el alcohol mismo; esto produciría la náusea y otros síntomas. Finalmente, el alcohol produce inflamación, lo que asu vez causa que los glóbulos blancos inunden el torrente sanguíneo con moléculas llamadas citocinas. Aparentemente, las citocinas son la fuente de los dolores y el letargo que, cuando un virus de gripa ataca nuestro organismo —y quizás, del mismo modo, el alcohol— nos hace permanecer en cama en vez de salir a trabajar, permitiendo que los glóbulos blancos utilicen la energía del cuerpo paracombatir a los invasores. En una serie de experimentos con ratones a los que se les dio un inductor de citocina, éstos sufrieron cambios drásticos. Los machos adultos no socializaron con los nuevos machos jóvenes que se introdujeron en su jaula. Las madres descuidaron los nidos. Mucha gente sabrá cómo se sentían esos ratones.

Los síntomas de la cruda no sólo son físicos, también ocurren a nivel…