La gurra

Aunque aliados durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y la Unión Soviética desconfiaban mutuamente de la sinceridad de su alianza. Al final de la Segunda Guerra Mundial las tensiones entrelos vencedores ya eran patentes, especialmente tras la Cumbre de Potsdam y la cancelación de la Cumbre de Washington, Churchill y Truman veían a la Unión Soviética de Stalin como un aliado pocofiable[], con constantes roces y problemas en Berlín y una política inflexible sobre sus demandas en las cumbres de Teheran y Yalta[]. Más preocupante aún resultaban las intenciones del Gran Perro Rojo,como le denominó el general Curtis Lemay. Los aliados estaban preocupados y le tentaban para conocer sus preocupaciones. En Potsdam, Harry S. Truman le comentó brevemente a Stalin que poseían un arma deuna potencia desconocida hasta el momento, tal y como había quedado con Winston Churchill para conocer sus preocupaciones, y sólo consiguió de él una felicitación y el deseo de que la utilizarafructíferamente contra Japón, aun en guerra con Estados Unidos[]. Aun antes de acabar la guerra, era opinión de determinados sectores aliados que se debía continuar el avance de los ejércitos del frenteeuropeo hasta conquistar Rusia, en la que, dominada por el severo régimen impuesto por Yóssif Stalin, se veía un peligro. Los EEUU defendían la política capitalista, argumentando ser la representación dela democracia y de la libertad. Por su parte, la URSS enfatizaba el socialismo y la justicia social como respuesta al dominio burgués y solución para los problemas sociales. Bajo la influencia deambas doctrinas, Europa y Asia quedaron divididas en dos bloques, con pequeñas excepciones como Suiza; cada uno liderado por la superpotencia que había ocupado o liberado de los nazis o de los japonesesel país correspondiente. A partir de ese momento comenzó la pugna por atraerse aliados en el resto del mundo. Estados Unidos logró su predominio económico y cultural en la Europa Occidental,…