La casa de bernarda alba

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Federico García Lorca

La casa de Bernarda Alba
Drama de mujeres en los pueblos de España

Personas

BERNARDA, 60 años
MARÍA JOSEFA (madre de Bernarda), 80 años
ANGUSTIAS (hija de Bernarda), 39 años
MAGDALENA (hija de Bernarda), 30 años
AMELIA (hija de Bernarda), 27 años
MARTIRIO (hija de Bernarda), 24años
ADELA (hija de Bernarda), 20 años
CRIADA, 50 años
LA PONCIA (criada), 60 años
PRUDENCIA, 50 años
MENDIGA
MUJERES DE LUTO
MUJER PRIMERA
MUJER SEGUNDA
MUJER TERCERA
MUJER CUARTA
MUCHACHA

El poeta advierte que estos tres actos tienen la intención de undocumental fotográfico.

Acto primero

Habitación blanquísima del interior de la casa de Bernarda. Muros gruesos. Puertas en arco con cortinas de yute rematadas con madroños y volantes. Sillas de anea. Cuadros con paisajes inverosímiles de ninfas, o reyes de leyenda. Es verano. Un gran silencio umbroso se extiende por la escena. Al levantarse el telón está la escena sola. Se oyen doblar lascampanas.

(Sale la Criada I.a)

CRIADA. Ya tengo el doble de esas campanas metido entre las sienes.
LA PONCIA. (Sale comiendo chorizo y pan.) Llevan ya más de dos horas de gori-gori. Han venido curas de todos los pueblos. La iglesia está hermosa. En el primer responso se desmayó la Magdalena.
CRIADA. Ésa es la que se queda más sola.
PONCIA. Era ala única que quería el padre. ¡Ay! Gracias a Dios que estamos solas un poquito. Yo he venido a comer.
CRIADA. ¡Si te viera Bernarda!
PONCIA. ¡Quisiera que ahora, como no come ella, que todas nos muriéramos de hambre! ¡Mandona! ¡Dominanta! ¡Pero se fastidia! Le he abierto la orza de chorizos.
CRIADA. (Con tristeza, ansiosa.) ¿Por qué no me das para mi niña, Poncia?
PONCIA. Entra y llévatetambién un puñado de garbanzos. ¡Hoy no se dará cuenta!
VOZ. (Dentro.) ¡Bernarda!
PONCIA. La vieja. ¿Está bien encerrada?
CRIADA. Con dos vueltas de llave.
PONCIA. Pero debes poner también la tranca. Tiene unos dedos como cinco ganzúas.
VOZ. ¡Bernarda!
PONCIA. (A voces.) ¡Ya viene! (A la Criada.) Limpia bien todo. Si Bernarda no ve relucientes las cosas me arrancará los pocos pelos que me quedan.CRIADA. ¡Qué mujer!
PONCIA. Tirana de todos los que la rodean. Es capaz de sentarse encima de tu corazón y ver cómo te mueres durante un año sin que se le cierre esa sonrisa fría que lleva en su maldita cara. ¡Limpia, limpia ese vidriado!
CRIADA. Sangre en las manos tengo de fregarlo todo.
PONCIA. Ella, la más aseada, ella, la más decente, ella, la más alta. Buen descanso ganó su pobre marido.(Cesan las campanas.)

CRIADA. ¿Han venido todos sus parientes?
PONCIA. Los de ella. La gente de él la odia. Vinieron a verlo muerto, y le hicieron la cruz.
CRIADA. ¿Hay bastantes sillas?
PONCIA. Sobran. Que se sienten en el suelo. Desde que murió el padre de Bernarda no han vuelto a entrar las gentes bajo estos techos. Ella no quiere que lavean en su dominio. ¡Maldita sea!
CRIADA. Contigo se portó bien.
PONCIA. Treinta años lavando sus sábanas, treinta años comiendo sus sobras, noches en vela cuando tose, días enteros mirando por la rendija para espiar a los vecinos y llevarle el cuento; vida sin secretos una con otra, y sin embargo, ¡maldita sea!, ¡mal dolor de clavo le pinche en los ojos!
CRIADA. ¡Mujer!
PONCIA. Pero yo soy buenaperra: ladro cuando me lo dice y muerdo los talones de los que piden limosna cuando ella me azuza; mis hijos trabajan en sus tierras y ya están los dos casados, pero un día me hartaré.
CRIADA. Y ese día…
PONCIA. Ese día me encerraré con ella en un cuarto y le estaré escupiendo un año entero. «Bernarda, por esto, por aquello, por lo otro», hasta ponerla como un lagarto machacado por los…