Funcion de produccion

Economía Social de Mercado: ¿una propuesta para América Latina? Jorge Rodríguez Grossi*

América Latina ha mostrado gran incapacidad para alcanzar un estándar

mínimo de calidad de vida decente. Dado que el continente no es homogéneo, hay que tener cuidado con las estadísticas promedio. Hecha esta prevención, los datos agregados retratan niveles de pobreza que se mantienen casi inalterados enel último cuarto de siglo (1980-2007). Lamentable constatación: 40,5 % de pobres en 1980, que apenas baja a 35,1% en 2007. En indigencia, algo menos malo, pero igualmente censurable: 18,6 % versus 12,7 % en el mismo período.1 Este fracaso revela la incapacidad política de la mayoría de las sociedades latinoamericanas para construir consensos básicos que permitan operar un sistema económico quecrezca y que permita terminar con la pobreza. No se conoce otra fórmula para acabar con la miseria: crecimiento económico sostenido que alimente más crecimiento (vía inversión) y que ayude a responder a las demandas sociales. Para ello, se requiere construir normas o reglas de juego eficaces y estables que estimulen los emprendimientos privados en mercados bien comportados. Por cierto, debeasegurarse que

* Agradezco los valiosos comentarios de Cristóbal Acevedo Ferrer y de Jorge Rodríguez Cabello. Jorge rodríguez grossi Ingeniero Comercial (Universidad de Chile), Master of Arts in Economics y Master of Arts in Latin American Development Studies (Universidad de Boston). En la actualidad es Decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado.

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JorgeRodríguez Grossi los mercados puedan comportarse correctamente, para lo cual existen instituciones y reglas disponibles ampliamente conocidas (la actual crisis económica internacional nace de fallas en Estados Unidos de control y normas en su mercado de capitales). Gráfico 1 Modestos avances Pobreza e indigencia en América Latina (CEPAL)

Pobreza

Indigencia

Fuente: construido con datos deCEPAL, Estadísticas e indicadores sociales (BADEINSO)

Durante la Guerra Fría, buena parte de nuestro continente quedó impresionado con la industrialización forzada soviética y, creyéndola efectiva, adhirió a fórmulas económicas inspiradas en un estilo de intervención estatal, obviamente más tibio que el de las economías socialistas, con procesos de industrialización amparados en barrerasproteccionistas y en fuerte inversión estatal y con un uso deficiente del mercado como asignador de recursos, puesto que los precios se sometían sistemáticamente a políticas de fijación y control basadas en criterios de justicia social o “estratégicos” de dudosa eficacia. Amén de ello, los procesos inflacionarios eran habituales debido a manejos macroeconómicos muy poco profesionales. El derrumbe de lossocialismos reales que madura en los años 80, y que se materializa con la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas

ESM: ¿una propuesta para América Latina?

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Soviéticas en 1991, el reconocimiento del fracaso de la planificación centralizada y, en general, el desprestigio de la intervención estatal indiscriminada abrieron la oportunidad para que todos los países del mundoasumieran el mecanismo de mercado como el único instrumento vigente y disponible para asignar recursos eficientemente desde un punto de vista técnico. Ello lo ha entendido hasta la misma China comunista, con un éxito económico demoledor. Naturalmente, la fisonomía económica de un país no está dada solamente por el instrumento de coordinación económica, en este caso el mercado, sino que es el fruto de lainteracción de la cultura, lo político y lo social con lo económico. De modo que China y Estados Unidos, por ejemplo, son bastante diferentes como sociedades pese a que ambos usan actualmente el mercado. América Latina, no obstante estar durante las últimas seis décadas bajo la esfera de influencia política y económica predominantemente norteamericana, mantiene una ligazón cultural con Europa que…