Filosofia

IV. EL OBJETO DE ESTUDIO DE LA FILOSOFÍA
Con el fin de no sembrar conclusiones gratuitas, nos vemos obligados ahora a señalar una cuestión que no debe pasar inadvertida: hace referencia a lainquietud que seguramente han despertado las múltiples definiciones y concepciones filosóficas presentadas. Seguramente a quien se inicia en la filosofía le habrá causado sorpresa la gran variedad dedefiniciones y concepciones filosóficas.

Seguramente el lector se preguntará: ¿cuál es la filosofía correcta entre tantas definiciones? En contraste con la filosofía, las ciencias naturales parecen estarfincadas sobre bases firmes: presentan una sistematicidad o unidad teórica estable. La filosofía comenzó por ser madre de todas las ciencias, pero al paso del tiempo las filosofías se multiplicaron.Las ciencias, por el contrario, al desprenderse de la filosofía, observamos que delimitan su objeto de estudio, es decir, se fijan por así decirlo un campo específico de análisis sobre el cualrecae su investigación. Pero la filosofía, al pluralizarse su objeto de estudio, se torna más complicada, a punto que ahora nos preguntamos: ¿cuál es el objeto de estudio de la filosofía?, ¿cuál es lafilosofía correcta que debemos adoptar?

Con respecto a la pregunta sobre cuál es la filosofía correcta, señalaremos que no hay filosofías verdaderas ni filosofía falsas. Son simplemente diversos modosde hacer filosofía porque los objetos de su análisis o reflexión se han venido modificando en el desarrollo de la historia.

En este sentido, vemos parecer varios modos de hacer filosofía, o dichode otro modo diversas maneras de reflexión filosófica. Y en el mismo sentido te preguntarás: ¿cuál es ahora la filosofía que debo escoger? Te podríamos contestar:

«La que mejor responda a losintereses y aspiraciones que dan sentido a la vida: puede, por tanto, ser esta o aquella filosofía, pero siempre evitar el dogmatismo dejando abierta la posibilidad de contrastarla con otras posiciones…