El hombre mediocre

INFORME DE EL LIBRO “EL HOMBRE MEDIOCRE”
Los políticos mediocres no viven de crear ideas positivas para su pueblo, sino que sencillamente viven de su imagen. El amor a la propia patria debe reflejarse en el respeto a las otras. Platón dice que la democracia es como un «dedocracia» porque se hace lo que el pueblo diga, y a él se le maneja como un rebaño, en parte por su ignorancia. La patria nose hace por dinero y tierra solamente, debe tener características de ideal y progreso. No es necesario demostrar nuestro patriotismo con guerra, porque eso no es patriotismo, patriotismo es trabajas por el progreso del país.
Una persona para ser genio necesita: El clima ideal, que es el ambiente de trabajo. La hora, que es la oportunidad que se le presente. Muchos genios son geniossencillamente no porque se desarrollaron sino por estar en el clima y hora adecuada. El proceso de desarrollo de un genio, se necesita mucho tiempo, y no para que este cree sus obras, sino para que estas puedan ser reconocidas. El genio necesita la existencia de los mediocres e idiotas, porque estos son los que utilizan las obras de este dándole así su reconocimiento como genio.
Dios todo lo hizo en sutiempo, y ha puesto eternidad en el corazón del hombre, sin que este alcance a comprender la obra hecha por dios desde el principio hasta el fin.
Hombres lo que antes fue, ya es, y lo que ha de ser, fue ya es, y lo que ha de ser, fue ya.
La Rutina, es el hábito de renunciar a pensar. Los prejuicios son creencias anteriores a la observación; los juicios, exactos o erróneos,
Son consecutivosa ella. Es más contagiosa la mediocridad que el talento. Los rutinarios razonas con la lógica
De los demás. Ignoran que el hombre vale por su saber; niegan por la cultura es la más honda fuente de la Virtud. No intentan estudiar; todos los rutinarios son intolerantes; los condena a serlo. El hombre el rutinario desconfía de su imaginación. En toda idea nueva presienten un peligro; si lesdijeran que su prejuicios son ideas nuevas, llegarían a creerlos peligrosos. En todo lo que no hay prejuicios definitivamente consolidados, los rutinarios carecen de opinión. El hombre rutinario no puede razonar por sí mismo, viven de una vida que
no es vivir. En esos hombres, inmunes a la pasión
En el verdadero hombre mediocre la cabeza es un simple adorno del cuerpo. Son modestos, porprincipios. Tal modestia es un simple respeto de sí mismo y de los demás. Adoran el sentido común, sin saber de seguro en qué consiste; lo confunden con el buen sentido, que es su síntesis. El temor de comprometerse les lleva a simpatizar con una precavida forma de ver las cosas, les ven con ojos de desconfianza, tomando precaución de ello.
En el verdadero hombre mediocre la cabeza es un simple adornodel cuerpo. Son modestos, por principios. La mediocridad intelectual hace al hombre solemne, modesto,
Indeciso y obtuso. Pasea su vida por las llanuras; evita mirar desde las cumbres que escalan los videntes y asomarse a los precipicios que sondan los elegidos. Vive entre los engranajes de la rutina. Los mediocres, lo mismo que los imbéciles, serian acreedores a esa amable tolerancia mientras semantuvieran a la capa; detestan a los que no pueden igualar, como si con solo existir los ofendieran. Los mediocres, más inclinados a la hipocresía que al odio, prefieren la aceptación de conductas violentas en sus vidas.
El hombre es. La sombra parece. El hombre pone su honor en el merito propio y es juez supremo de sí mismo; hay una moral del honor y otra de su caricatura: ser o parecer. Delamor propio nacen las dos: hermanas por su origen. Como Caín y Abel. Y más enemigos que ellos, irreconciliables. Son formas de amor propio. Siguen caminos diferentes. La una florece sobre el orgullo, celo escrupuloso puesto en el respeto de sí mismo; la otra nace de la soberbia, apetito de culminación ante los demás. En los dignos el propio juicio se antepone a la aprobación ajena; en los…