Si bien desde fines de 2006 han cundido las malas noticias sobre el desempeño financiero y real de la economía de Estados Unidos, en las últimas semanas se ha manifestado declaradamente una crisisdel primer tipo sin precedente desde la gran depresión del 29.
Pero no sólo Estados Unidos, sino también España e Inglaterra atraviesan por serios problemas económicos aparentemente generados enel sector inmobiliario y claramente están afectando el crecimiento y el empleo de sus economías.
En tal virtud, la incertidumbre y el nerviosismo en todos los mercados bursátiles y de commodities,así como las prácticas especulativas son el signo de los tiempos; por lo que cada vez son más los analistas económicos que advierten que la economía mundial atravesará por una fase de menorcrecimiento que incluso podría prolongarse al menos dos años más. Por lo tanto, la falta de liquidez, la insolvencia financiera y las quiebras de empresas y de particulares seguirán a pesar del eventual éxitodel rescate del gobierno estadounidense y de muchos bancos europeos.
A pesar de que se evite una recesión en Europa y Estados Unidos, los efectos contractivos en empleo, comercio, remesas einversión ya se han comenzado a sentir con claridad en México.
De hecho, esto ya lo hemos venido anticipando en las reuniones trimestrales del Cempe (10 de junio y 30 de septiembre pasados), aunquetambién advertimos que no veíamos una recesión o menos aún una depresión en la economía de Estados Unidos y los datos de los dos primeros trimestres así parecen confirmarlo, a pesar de la fuertedesaceleración de su sector industrial que es el que vincula a la producción mexicana.
De cualquier modo, las últimas semanas han sido verdaderamente turbulentas prácticamente en todo el mundo y donde losmovimientos erráticos, irracionales, especulativos y fenómenos de estampida han sido la característica principal.
Nunca como ahora, los gobiernos de los países han reaccionado tan rápido y con…