De los que enseñan y aprenden.
Por: Yolanda Gámez
Una de las etapas de las que más recuerdos guardamos es la escolar. En ella, después de lafamiliar, seguimos preparándonos para afrontar nuestra vida en el seno de la sociedad. Ahí aprendemos a convivir, a tolerar y a forjar nuestra identidad al hacer elecciones sobre nuestras amistades yvalores, sobre aquello que más allá de las letras, los números y la historia nos definirá como seres con una propia personalidad. Es en la escuela también, donde primero aprendemos a tolerar lasfrustraciones renunciando a nuestros caprichos inmediatos, aceptando que no siempre se puede ser el consentido, que hay regaños, rivalidades e incluso situaciones francamente angustiantes como el serblanco de las burlas de algunos, como padecer de amnesia en ciertos exámenes, sufrir algún penoso percance cuando nos niegan el permiso de ir al baño, o saber que nunca más volveremos a salir luego dela entrega de calificaciones. Los padres son quienes ponen los cimientos de nuestra construcción personal, quienes sientan las bases de nuestra esencia; para después compartir tal responsabilidad conlos maestros, que año tras año se unen a los cientos de proyectos que transitan por sus aulas. Cada uno guardamos recuerdos (buenos o malos) de los maestros que por una u otra razón nos han dejadohuella. Pasan los años y seguimos oyendo hablar a nuestros niños de todo eso que nos resulta tan familiar y conocido: el maestro hiperexigente que nunca falta a clase, que llega puntual y siempretrae preparada su lección, que se compromete con los alumnos y les pide su máximo esfuerzo, que no se conforma con menos de mucho. Ése que todos odian porque es estricto y que luego extrañan porque eraestricto. Y luego el maestro barco, el que evita todo tipo de confrontación o conflicto, el que le huye a cualquier clase de tarea que le signifique un esfuerzo. Es el típico que a todo dice que sí,…